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viernes, 14 de febrero de 2020

Lavado de manos importancia



El lavado de manos es una de las medidas más importantes en la prevención y control de las infecciones nosocomiales. Se trata de una práctica higiénica muy importante y de obligatorio cumplimiento para el personal sanitario.
Su importancia reside en la prevención de la transmisión de agentes infecciosos del personal sanitario a los pacientes. Las manos, en clínica hospitalaria, son consideradas como el primer mecanismo de transmisión de microorganismos.
No hay que olvidar que, para que el lavado de manos sea efectivo, se deben retirar relojes, anillos, pulseras o sortijas, y se deben tener las uñas cortas, sin esmalte y limpias.

El porqué del lavado de manos (OMS)
La Organización Mundial de la Salud establece una serie de razones específicas que ya hemos tratado con anterioridad:
  • Miles de personas mueren diariamente en todo el mundo a causa de infecciones contraídas mientras reciben atención sanitaria.
  • Las manos son la principal vía de transmisión de gérmenes durante la atención sanitaria.
  • La higiene de las manos es la medida más importante para evitar la transmisión de gérmenes perjudiciales y evitar las infecciones relacionadas con la atención sanitaria (IRAS. El concepto moderno de Infección Nosocomial).

El porqué del lavado de manos (CDC)

El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de Atlanta, va más allá e intenta aportar datos científicos demostrados que expliquen por qué debemos lavarnos las manos:
  • Lavarse las manos con jabón elimina los microorganismos de las manos. Esto ayuda a prevenir infecciones por los siguientes motivos:
    1. Con frecuencia, las personas se tocan los ojos, la nariz y la boca sin darse cuenta. Los microbios pueden entrar al cuerpo mediante los ojos, la nariz y la boca y pueden enfermarnos.
    2. Los microorganismos en las manos sin lavar pueden llegar a los alimentos y las bebidas cuando las personas los preparan o los consumen. Los microbios pueden multiplicarse en algunos tipos de alimentos o bebidas, bajo determinadas condiciones, y hacer que las personas se enfermen.
    3. Los microorganismos de las manos sin lavar pueden transferirse a otros objetos, como pasamanos, tableros de control o juguetes y, luego, transferirse a las manos de otra persona.
    4. Por lo tanto, eliminar los microbios mediante el lavado de manos ayuda a prevenir la diarrea y las infecciones respiratorias e, incluso, puede ayudar a prevenir infecciones en la piel y los ojos.

  • Enseñarles a las personas a lavarse las manos las ayuda a ellas y a sus comunidades a mantenerse sanas. La educación sobre el lavado de manos en la comunidad reduce:

    1. la cantidad de personas que se enferman y presentan diarrea en un 31%
    2. la enfermedad diarreica en las personas con sistemas inmunitarios debilitados en un 58%
    3. las enfermedades respiratorias, como los resfriados, en la población en general en un 16-21%
Además, desde el CDC inciden en que es una de las mayores causas de mortalidad infantil en el mundo. Mencionan a las enfermedades diarreicas y neumónicas como «los dos principales asesinos» de niños.

Quién debe tener especial cuidado en el lavado de manos

La OMS, ciñéndose exclusivamente al ámbito sanitario y a la prevención de las infecciones nosocomiales o las infecciones relacionadas con la atención sanitaria, establece lo siguiente:
  • Todo profesional o dispensador de servicios de atención sanitaria, o cualquier persona que participe directa o indirectamente en la atención a un paciente, debe mantener la higiene de sus manos y saber cómo hacerlo correctamente en el momento adecuado.
En cambio, el CDC extiende las recomendaciones a todas las personas. Independientemente de si es personal sanitario o no, o de si está presente en un centro sanitario o no, todo el mundo debe lavarse las manos correctamente. De este modo evitaremos completar la cadena epidemiológica de cualquier infección, aunque no sea nosocomial, en la que el mecanismo de transmisión sean las manos.

Cuándo debemos lavarnos las manos

La Organización Mundial de la Salud, ciñéndose a la atención sanitaria, establece 5 momentos para la higiene de las manos:
  1. Antes de tocar al paciente.
  2. Antes de realizar una tarea limpia/antiséptica.
  3. Inmediatamente después del riesgo de exposición a líquidos corporales.
  4. Después de tocar al paciente.
  5. Después del contacto con el entorno del paciente.
lavado de manosExtraído de los 5 momentos para la Higiene de las Manos de la OMS. Click para ampliar.
En cambio, el CDC, en sus recomendaciones generales, extiende las medidas a toda la población:
  • Antes, durante y después de preparar la comida.
  • Antes y después de comer.
  • A la hora de atender a alguien que esté enfermo. Antes y después.
  • Antes y después de tratar un corte o herida.
  • Después de ir al baño.
  • Tras cambiarle los pañales a un niño o de limpiarlo tras haber ido el niño al baño.
  • Después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
  • Tras tocar animales, sus alimentos o sus excrementos.
  • Después de manipular alimento para mascotas.
  • Después de tocar basura.
Si consultamos otras fuentes nos encontraremos más momentos importantes tanto en asistencia sanitaria como en el día a día. Algunas medidas completan o superponen una parte de algunas mencionadas con anterioridad. Otras, en cambio, serían ejemplos de los 5 momentos de la OMS:
  • Antes y después de realizar la higiene del paciente
  • Antes de realizar una cura y al acabar.
  • Después de manipular ropa sucia, cuñas, orinales… etc.
  • Antes y después de administrar medicamentos.
  • Antes y después de realizar extracciones de líquidos biológicos, punciones, manejo de sondas, cateterismos…
  • Al realizar aspiraciones de secreciones lo haremos antes y después.

Tipos de lavado de manos

  • Lavado de manos rutinario o habitual: Se realiza como una medida de higiene personal, después de las tareas habituales y cotidianas del día a día. Se debe realizar antes y después de la jornada laboral.
  • Lavado de manos especial o antiséptico: Se diferencia del anterior en que precisa de mayor tiempo de dedicación. Generalmente se hace durante un minuto y se hace con jabón antiséptico.
  • Lavado de manos quirúrgico: Hay que enjabonarse las manos y antebrazos con jabón antiséptico durante dos minutos. El antiséptico más utilizado es la clorhexidina (hibiscrub o hibitane).
  • Lavado de manos por fricción: Se utilizan sustancias de base alcohólica para la descontaminación, en sustitución o como apoyo del lavado de manos convencional. En general es más efectivo, más rápido y más sencillo.

Lavado de manos habitual según la OMS

La Organización Mundial de la Salud ha realizado una guía paso a paso muy completa sobre el lavado de manos. De hecho, recomiendan este tipo de lavado si las manos están visiblemente sucias. De otro modo, recomiendan el lavado por fricción con solución alcohólica, al que llaman desinfección de manos.
La duración del procedimiento es de 40-60 segundos, y existe un paso previo que es mojarse las manos:
  1. Depositar en la palma de la mano una cantidad de jabón suficiente para cubrir toda la superficie de las manos.
  2. Frotar las palmas de las manos entre sí.

  3. Frotar la palma de la mano derecha sobre el dorso de la mano izquierda, entrelazando los dedos y viceversa.
  4. Frotaremos las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados.
  5. Frotar el dorso de los dedos de una mano con la palma de la mano opuesta, agarrándose los dedos.

  6. Con un movimiento de rotación frotar el pulgar izquierdo atrapándolo con la palma de la mano derecha y viceversa.
  7. Frotar la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda y viceversa. Debe hacerse con un movimiento de rotación.
  8. Enjuagar las manos con agua.

  9. Secar las manos con una toalla desechable.
  10. Utilizar la misma toalla para cerrar el grifo.
  11. Las manos son seguras.

Desinfección de las manos/Lavado por fricción según la OMS

La Organización Mundial de la Salud también ha realizado una completa guía sobre la desinfección de manos usando sustancias de base alcohólica. El también llamado lavado de manos por fricción debe realizarse si las manos no están visiblemente sucias. Si están sucias primero habrá que realizar una lavado de manos habitual.
El fundamento es simple, estas soluciones alcohólicas pierden eficacia si se encuentran con suciedad (materia orgánica o inorgánica). Los microorganismos se sirven de la suciedad como pantalla, para no recibir la cantidad suficiente de solución alcohólica, para, de este modo, sobrevivir.
La duración debe ser de unos 30 segundos:
  1. Depositar en la mano una cantidad suficiente de producto para cubrir todas las superficies de las dos manos.
  2. Frotar las palmas de las manos entre sí.

  3. Frotar la palma de la mano derecha sobre el dorso de la mano izquierda, entrelazando los dedos y viceversa.
  4. Frotaremos las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados.
  5. Frotar el dorso de los dedos de una mano con la palma de la mano opuesta, agarrándose los dedos.

  6. Con un movimiento de rotación frotar el pulgar izquierdo atrapándolo con la palma de la mano derecha y viceversa.
  7. Frotar la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda y viceversa. Debe hacerse con un movimiento de rotación.
  8. Una vez secas, las manos son seguras.

En los servicios de salud madrileños (Centros de salud, Centros de Especialidades, Hospitales, Ambulancias…) la solución alcohólica más utilizada es Sterillium.

Lavado de manos quirúrgico

Las recomendaciones generales para el lavado de manos quirúrgico son las siguientes:
  • Nos enjabonaremos manos y antebrazos con jabón antiséptico durante 2 minutos. Después nos aclararemos con agua.
  • Nos cepillaremos las uñas durante 30 segundos en cada mano. Para ello utilizaremos un cepillo jabonoso. Posteriormente nos aclararemos.
  • Nos enjabonaremos durante 2 minutos, aclarando con las puntas de los dedos hacia arriba. Desde la parte distal de los dedos hasta los codos.
  • Nos secaremos por aplicación, sin frotar, utilizando una toalla estéril.
  • Cerraremos el grifo mediante el sistema de pedal de pie o por el sistema de palanca de codo. Sea cual sea el sistema nunca usaremos las manos.

Medidas administrativas en la higiene de manos

En mi libro de las oposiciones se hacen eco de una serie de recomendaciones procedentes de la guía de higiene de las manos en los centros sanitarios del CDC.
Dichas recomendaciones son, en esencia, una vuelta de tuerca a todo lo visto hasta ahora. Pero hay un apartado muy interesante que conviene abordar, las medidas administrativas necesarias para la promoción del lavado de manos:
  • Hacer que la adhesión a la mejora de la higiene de las manos sea una prioridad institucional y proporcionar el soporte administrativo y financiero apropiado.
  • Implementar un programa multidisciplinar diseñado para mejorar la adhesión por parte del personal sanitario a las prácticas de higiene de manos recomendadas.
  • Como parte de un programa multidisciplinar para la mejora de la adhesión a la higiene de las manos, proporcionar a los trabajadores sanitarios un producto para la frotación de manos en solución alcohólica que sea fácilmente accesible.
  • Para la mejora de la adhesión a la higiene de las manos entre el personal en áreas en que se prevé una alta presión asistencial y una gran intensidad de cuidados al paciente, poner a disposición del personal sanitario una solución alcohólica para la frotación de manos a la entrada de la habitación del paciente, en cualquier otra localización conveniente o en botellas individuales para llevar en el bolsillo.
  • Almacenar el suministro previsto de soluciones alcohólicas para la frotación de manos en áreas aprobadas para productos inflamables.

Cuidado de las manos

El lavado reiterado de manos es una sobrecarga para la piel de las mismas, ya que eliminamos parte de la grasa protectora que poseen.
Esto puede dar lugar a irritaciones y por eso conviene utilizar cremas protectoras para las manos al finalizar la jornada laboral.

En la piel de un enfermo de coronavirus




En la piel de un enfermo de coronavirus: de los síntomas al tratamiento


Las personas suelen tardar siete días en acudir al hospital tras notar los primeros síntomas, y aunque el virus se ceba con la gente con una salud más débil, afecta por igual a jóvenes y ancianos, según un nuevo informe en el que se describe la experiencia de 138 pacientes tratados en Wuhan

La epidemia del nuevo coronavirus que se propaga desde el centro de China ya ha provocado más de 43.000 casos y ha acabado con la vida de más de 1.000 personas, unas cifras mortales que ya superan a las que provocó el virus vinculado al síndrome respiratorio SARS.

En este contexto, cabe preguntarse qué sucede cuando alguien se contagia con el virus y cuáles son las opciones si eso ocurre. Un nuevo informe que describe la experiencia de 138 pacientes tratados en un hospital en primera línea en Wuhan (China), ofrece algunas respuestas, así como noticias alarmantes sobre cómo se puede propagar el virus dentro de un hospital.

Los médicos de Wuhan, dirigidos por el jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)  del Hospital Zhognan de la Universidad de Wuhan, Zhiyong Peng, afirman que alrededor del 40 % de las personas que han tratado se habían contagiado en su hospital, incluidos 40 profesionales sanitarios y 17 pacientes que habían ingresado previamente por cirugías u otras razones.

Destacaron que el 4,3 % de los pacientes fallecieron y alrededor del 34 % mejoraron y abandonaron el hospital, mientras que el resto (el 61,7 %) todavía estaban en tratamiento. Fuera de China, la tasa de mortalidad parece mucho más baja, pero está claro que en Wuhan los médicos tienen dificultades. La ciudad lleva en cuarentena desde hace un mes.

Primeros síntomas: el más común del coronavirus es la fiebre, que casi todos manifiestan, seguida de fatiga y tos seca. Algunas personas también experimentaron diarrea o náuseas un día o dos antes de algún otro síntoma.

La llegada al hospital: los médicos de Wuhan explican que las personas suelen tardar unos siete días en acudir al hospital desde que notan los primeros síntomas. Básicamente no lo hacen hasta que empiezan a tener problemas para respirar. Pero no está claro si realmente los pacientes tardaron tanto tiempo en pedir ayuda o simplemente acudieron mucho antes y fueron rechazados por la saturación hospitalaria.

La confirmación de la infección: la prueba para detectar el virus es una muestra de la garganta, que se analiza con la técnica de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR) para identificar el material genético revelador.

 Una exploración de los pulmones de un paciente infectado por el coronavirus de Wuhan muestra una característica

Foto: Un escáner de los pulmones de un paciente infectado por el coronavirus de Wuhan muestra un aspecto característico de "vidrio esmerilado". Créditos: Jama

Escáner del tórax: en algunos pacientes que se sometieron a un escáner CAT se detectaron manchas en sus pulmones, a las que los médicos han bautizado como "vidrio esmerilado".

El ingreso en la UCI: según el equipo chino, una cuarta parte de sus pacientes acabaron en la unidad de cuidados intensivos, principalmente debido al síndrome de dificultad respiratoria aguda o "SDRA". En esos casos, los pulmones se llenan de líquido y pierden la capacidad de transportar el oxígeno. Eso puede afectar a otros órganos, como los riñones, y causar la muerte. La probabilidad de acabar en la UCI resulta mayor para las personas con una salud más débil.

Afecta más a las personas mayores: aunque las personas mayores tienden a padecer enfermedades más graves, este hospital atendió a pacientes desde los 22 años hasta los 92 años. La media de edad es de 56 años.

Los tratamientos: el informe chino muestra que los médicos carecen de un tratamiento estrella para curar la infección. En Wuhan, la mayoría de las personas han recibido un medicamento antiviral llamado oseltamivir, que según ellos no tuvo efectos perceptibles. Varios otros medicamentos, incluidos los fármacos contra el VIH, también se han probado en otros lugares. Los pacientes más graves a veces reciben terapia de oxígeno o se mantienen conectados a una máquina que bombea su sangre y le añade el oxígeno, para que su corazón y sus pulmones no tengan que hacer ese esfuerzo.